La tradición cristiana dice que Santa Ana o Ana, casada con Joaquín, fue la madre de María y por tanto la abuela de Jesús de Nazaret.
El nombre es conocido en hebreo como Hannah. Todo lo que se conoce sobre su vida, incluso su nombre, está basado en los Evangelios apócrifos, los cuales no fueron admitidos por la Iglesia dentro de sus libros canónicos. Santa Ana era natural de Belén. Sus padres eran Mathan y Emerenciana. Descendía del rey David y de Leví (casta sacerdotal).
Según el Protoevangelio de Santiago, Joaquín y Ana eran una pareja acomodada, pero estéril. Joaquín fue rechazado al llevar su ofrenda al templo por no tener descendencia. Apenado, Joaquín no volvió a su casa, sino que se dirigió a una montaña, donde rogó a Dios que le diera un hijo ayunando durante 40 días y 40 noches; Ana, mientras tanto, lloraba su dolor. Entonces un ángel se les apareció simultáneamente, anunciando que sus ruegos habían sido escuchados y que concebirían un hijo.
Ana prometió dedicar al niño al servicio de Dios y cumplidos los nueve meses dio a luz a una niña a la que llamó Miriam (María). Al cumplir los tres años, Joaquín y Ana llevaron a María al templo para consagrarla a Dios como habían prometido. María vivió en el templo hasta que cumplió los 12 años, edad en la que fue entregada a José como esposa.
En la Iglesia de Santiago el Mayor de Utrera se venera una Imagen de Santa Ana y la Virgen Niña leyendo
Texto: Wikipedia
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