martes, 25 de agosto de 2009

Las bambalinas de la virgen de los Dolores inmersas en una restauración.

El mejor palio de cuantos procesionan en Semana Santa por las calles de Utrera lucirá como nuevo en la próxima primavera. Así, al menos, lo espera la hermandad de la Vera-Cruz, que actualmente se encuentra inmersa en la ejecución de la última fase de restauración de esta importante obra, que hará lucir sus bambalinas laterales como ya lo hiciera cuando fueron confeccionadas, hace más de un siglo. El encargado de realizar este trabajo está siendo el bordador Jesús Migueles.


Según explicó el artista utrerano a Utrera Digital, las labores se resumen, básicamente, en la limpieza del bordado original, la retirada del hilo que se encontraba en mal estado, “que se trata de la mayor parte del mismo”, la sustitución éste por hilo nuevo y el pasado también a terciopelo nuevo. “Las piezas que están utilizándose son las mismas que existían inicialmente, pero habiendo sido restauradas por completo”, aclaró el bordador.

El proyecto que está en ejecución afecta a las caras exteriores e interiores de las bambalinas laterales del palio que, cuando esté concluido, ofrecerá a los cofrades una imagen rejuvenecida de los bordados, aunque manteniendo por completo el diseño y las piezas originales. Y es que, según indicó a Utrera Digital el hermano mayor de la cofradía, José Simón, “consideramos que una hermandad como la nuestra, con el patrimonio tan rico que tiene y que nos dejó nuestros antepasados, debe conservarlo y mantenerlo, en lugar de hacer cosas nuevas, aunque aquello sea más costoso”.



Si todo sale según lo previsto, el Viernes Santo de 2010 podrá contemplarse finalizado por completo un proyecto de restauración que se iniciara en los años 80, y que ha abarcado trabajos sobre el manto, bambalinas y techo de palio.
Concretamente, el palio que cobija a la Virgen de los Dolores es obra de las hermanas Antúnez, con diseño de Manuel Beltrán. Fechado en 1884, está realizado en oro a realce sobre terciopelo negro. No obstante, no fue hasta 1922 cuando la cofradía de San Francisco lo adquiere, a través de un anticuario, después de que perteneciera a la hermandad del Cachorro de Sevilla, procesionando en Utrera por primera vez un año después de su compra.


Inmerso por completo en la restauración, de la que el bordador utrerano dijo tener “mucho trabajo”, Migueles se mostró “muy contento e ilusionado” por el proyecto, y agradeció a la Vera-Cruz la “confianza depositada en mí”. Se trata del segundo trabajo importante encargado por la cofradía a este artista, después de la restauración del estandarte, que pudo verse durante la pasada Semana Santa.

La Financiación del trabajo


En relación a la manera en que la entidad religiosa afrontará la financiación de las tareas en las bambalinas, José Simón señaló que las personas que lo deseen pueden colaborar, realizando una aportación económica. Así, “deben dirigirse a la iglesia de San Francisco los martes, jueves y viernes por la tarde, indicando a las personas responsables que quieren aportar su donativo, para lo que existe una fotografía a tamaño real de una bambalina, cuadriculada, donde los colaboradores pueden dejar escrito su nombre”.
.........................................................................................................................................................................
Texto y fotografías: Utrera Digital

No hay comentarios:

Publicar un comentario